Evaluando el Sistema de Doble Vuelta
Evaluando el Sistema de Doble Vuelta
�C�mo evaluar el funcionamiento del sistema de balotaje? La evaluaci�n de las instituciones es una tarea compleja porque requiere apreciar el rendimiento de reglas y procedimientos que operan en diferentes contextos culturales e hist�ricos2. Para abordar este problema, resulta conveniente distinguir entre lo que podemos denominar evaluaci�n institucional de tipo normativo y de tipo comparativo. En el primer caso, el observador concentra su an�lisis en una determinada organizaci�n o procedimiento y se pregunta si esta instituci�n cumple adecuadamente con sus funciones y si lo hace de una manera eficiente. Para ello, es necesario contar con un est�ndar normativo de evaluaci�n (un umbral de rendimiento deseado) que sirva como punto de referencia. En el segundo caso, el evaluador se pregunta si el procedimiento existente es la mejor alternativa dada la existencia de otros modelos constitucionales que podr�an generar resultados equivalentes. Un buen n�mero de errores en los procesos de reforma institucional son producto de la confusi�n entre criterios normativos y comparativos de evaluaci�n institucional. Ante la frustraci�n con la instituciones existentes, la sociedad y los l�deres pol�ticos se muestran propensos a introducir dise�os alternativos sin realmente anticipar el impacto real o los potenciales efectos negativos de las reformas.
En esta secci�n propongo dos criterios b�sicos para guiar la evaluaci�n comparativa del sistema de doble vuelta: necesidad y conveniencia. Por necesidad me refiero a la utilidad distintiva de un procedimiento constitucional (o de un conjunto de ellos) para resolver un problema relevante de organizaci�n pol�tica. Una instituci�n resulta necesaria cuando es capaz de generar un resultado pol�tico deseable (o prevenir un resultado indeseable) de un modo que ning�n dise�o alternativo podr�a lograr. Una definici�n estricta de necesidad implica que un �nico dise�o constitucional es capaz de ofrecer una soluci�n �ptima para el problema en cuesti�n, mientras que una definici�n m�s laxa sugiere que el resultado producido por el dise�o existente es m�s o menos comparable al que podr�a generar cualquier otra alternativa similar (es decir que la instituci�n existente o alg�n equivalente funcional son necesarios para generar una soluci�n �ptima).
Por otra parte, el concepto de conveniencia se refiere a los costos ocultos generados por la imposici�n de una regal constitucional. Una regla (o conjunto de reglas) puede ser necesaria para resolver un determinado problema, pero resultar inconveniente por sus efectos colaterales. Mientras que el principio de necesidad eval�a los motivos que justifican la existencia de un determinado dise�o normativo, el de conveniencia pondera los efectos de esta normativa sobre otras variables pol�ticas relevantes que trascienden el problema inicial.
Necesidad y conveniencia deben ser tratadas como dimensiones independientes de evaluaci�n institucional comparativa. Por ejemplo, a�n cuando un determinado procedimiento resulte innecesario (porque el problema supuestamente resuelto es pol�ticamente irrelevante o porque podr�a ser abordado por medio de un mecanismo m�s efectivo), no por ello es inconveniente (si no impone altos costos a la sociedad). La tradici�n que obliga a los nuevos presidentes a jurar por una f�rmula constitucional ritual constituye un buen ejemplo de esta situaci�n. El efecto sustantivo de respetar este procedimiento cada vez que asume un nuevo mandatario es virtualmente nulo (excepto por su caracter simb�lico), pero su costo social resulta insignificante.
La instituci�n de la doble vuelta electoral ofrece un importante campo para la evaluaci�n comparativa. Como se ha mostrado en la secci�n anterior, en los �ltimos a�os un gran n�mero de pa�ses latinoamericanos ha adoptado este sistema en la creencia de que permite resolver un doble problema: evita la elecci�n de presidentes con limitada legitimidad electoral (es decir, incapaces de superar el umbral electoral m�nimo) y por ende garantiza una mayor gobernabilidad del sistema democr�tico. Legitimidad y gobernabilidad constituyen as� los dos grandes pilares que justifican la existencia del sistema de balotaje.
En la p�ginas siguientes se analizan estos supuestos utilizando indicadores comparativos de necesidad y conveniencia. �Es la doble vuelta el mejor mecanismo para lograr estos objetivos? El an�lisis se basa en el resultado de 76 elecciones presidenciales que han tenido lugar en 18 pa�ses latinoamericanos entre 1979 y mayo de 2002.3 Para cada elecci�n se ha documentado el sistema electoral existente, el margen de victoria del candidato electo, la ejecuci�n o no de una doble vuelta electoral, la estructura del sistema de partidos al momento de la elecci�n, y la propensi�n del sistema a una crisis de gobernabilidad durante el gobierno que sigui� a los comicios.
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