"Legitimidad anémica"
Entrevista a Daniel Zovatto, director del Observatorio Electoral Latinoamericano,
realizada por la BBC
[6 de diciembre de 2005]
Tras las elecciones parlamentarias del domingo en Venezuela, sólo una
cosa está clara: el país está más dividido que nunca.
El partido del presidente Hugo Chávez y sus aliados obtuvieron las 167
bancas legislativas en juego, luego de que los principales partidos de oposición
retiraran sus candidatos.
El boicot de la oposición llevó a que sólo uno de cada
cuatro entre los cerca de 14 millones de electores convocados concurriera a
las urnas. Los comicios plantean interrogantes vitales no sólo para Venezuela
sino para América Latina en general.
¿Pueden considerarse legítimos los resultados de elecciones con
un nivel de abstencionismo superior al 75%? ¿Al boicotear los comicios,
está la oposición poniendo en peligro la democracia? BBC Mundo
habló con Daniel Zovatto, director regional para América Latina
de IDEA (Instituto Internacional para la Democracia y la Ayuda Electoral).
El Departamento de Estado en Washington dijo que el alto abstencionismo
ponía en duda la transparencia de los comicios. ¿Puede decirse
que elecciones con un abstencionismo del 75% son legítimas?
La legitimidad hay verla tanto desde el punto de vista legal
como político. Desde el punto de vista legal hay que preguntarse si la
legislación electoral establece o no una cuota mínima de participación
para darle validez -desde el punto de vista jurídico- a los resultados.
La legislación venezolana no tiene una base mínima de participación,
por lo tanto, los resultados desde el punto de vista legal son legítimos.
Desde el punto de vista legal las elecciones son legítimas, nos guste
o no nos guste.
¿Qué sucede desde el punto de vista político?
La segunda pregunta que nos tenemos que hacer es hasta donde también
son los comicios políticamente legítimos. O sea, hasta que punto
esa legalidad se traduce en un mandato político con toda la legitimidad,
y ahí yo creo que hay una legitimidad muy disminuida, cuando la abstención
es del 75%.
Es cierto también que por el año 60 hubo una elección
en Venezuela con un abstencionismo incluso más alto, de más del
80%. Pero sin lugar a dudas, un abstencionismo ahora del 75% quiere decir que,
aunque desde el punto de vista legal sea legítima, desde el punto de
vista político esa una legitimidad es muy anémica.
Anémica pero legitimidad al fin
Sí, pero quiero que se me entienda muy bien. Desde el punto de vista
político, la representación que tiene un diputado o diputada cuando
tres de cada cuatro electores no han participado, es una legitimidad política
anémica. Aunque, repito, no es que el resultado sea ilegítimo.
Pero seguramente un abstencionismo tan alto creará
grandes problemas para el futuro, si un porcentaje importante de la población
no se siente representada por el resultado de los comicios
Yo creo que se va a agravar una crisis de representación,
en la medida en que los dos principales partidos de oposición han decidido
no presentarse a las elecciones, lo cual constituye un dato inédito en
la América Latina democrática. Esto va a agravar la situación
y contribuye a aumentar los grados de polarización de la situación
política en Venezuela, porque al obtener el gobierno la mayoría
en la cámara, no sólo absoluta sino calificada por encima de los
dos tercios, puede nuevamente cambiar la Constitución. Me temo que la
radicalización y la polarización de la situación política
se va a agravar.
La oposición acusa al Consejo Nacional Electoral de
parcialidad a favor del gobierno, pero el hecho de que no se presenten a los
comicios, ¿no pone en peligro los mecanismos básicos de la democracia?
De nuevo hay una respuesta legal y una política. Los partidos
de oposición han tomado una decisión que es legal; ellos consideran
que el sistema de voto electrónico no ofrecía todas las garantías
que ellos pedían, aunque los observadores internacionales opinen diferente.
Consideran que la composición del Consejo Nacional Electoral no ofrece
los niveles de independencia que exigen.
Ahora también hay ver esto desde el punto de vista político.
Es una apuesta muy fuerte de parte de la oposición que tiene un objetivo
muy claro, restarle lo más que se pueda legitimidad política a
una victoria del presidente Chávez que estaba cantada, de acuerdo a lo
que las encuestas proyectaban.
Es una apuesta peligrosa
Peligrosa e inédita. En el análisis comparado de 18 países
de América Latina en el proceso de estos 27 años que llevamos
de transición a la democracia, no se ha dado ningún caso donde
los dos principales partidos decidan no presentarse a las elecciones.
Lo que habíamos visto en A. Latina en algunos casos eran denuncias de
que en algunos casos se había cometido fraude, lo que llegó a
precipitar crisis importantes como con Noriega en 1989, con Joaquín Balaguer
en 1994, con Fujimori en el año 2000. Pero un boicot de los dos principales
partidos de oposición con altos niveles de abstencionismo debido a ese
boicot no lo habíamos visto hasta ahora. Ello deja además a Chávez
además en una situación prácticamente inédita en
América Latina, prácticamente con la totalidad de los diputados
del Parlamento.
¿Qué nos dice esta crisis de la democracia en
América Latina?
La lección es que siempre debemos fortalecer la legitimidad de los partidos
políticos. Cuando los partidos comienzan a entrar en crisis comenzamos
a ver los problemas que vemos en muchos países. Lo vemos en Ecuador,
que lleva los últimos ocho años sin poder tener un presidente
que termine su mandato constitucional; tenemos a Bolivia que acaba de cambiar
varios presidentes en los últimos años. No hay que olvidar que
hay 14 presidentes en América Latina en 25 años que no han podido
terminar su mandato constitucional.
La crisis nos demuestra también la importancia de seguir manteniendo
el diálogo, hay que seguir apostando en un contexto como el de Venezuela
a mantener el diálogo vivo. La crisis en Venezuela tiene que pasar por
un proceso basado en el diálogo y además ser encontrada una solución
a traves de una fórmula electoral. Hay que tener mucho cuidado, porque
si la oposición renuncia a la vía electoral, si considera que
la vía electoral no es legítima, ¿qué alternativas
quedan? Lo fundamental acá es que instituciones como la OEA puedan llevar
a cabo una atención muy, muy rápida de una iniciativa de mediación.
Si ambas partes se radicalizan los peligros de mayor polarización y violencia
van a ser muy graves.
¿Por qué esa crisis tan grande de los partidos
en América Latina en general?
América Latina es la única región del mundo en desarrollo
que combina regímenes surgidos de elecciones relativamente libres con
niveles de pobreza muy altos, 40, 42% en el promedio regional, pero además
con los niveles de desigualdad más alto del mundo. Esta combinación
de hacer funcionar a la democracia en un marco de mucha pobreza y extrema desigualdad
con instituciones muy débiles ha llevado a una crisis seria de representación
-la gente no se siente representada- y de gobernabilidad.
La gente se ha acostumbrado a VOTAR a los presidentes, y luego cuando éstos
no cumplen con las promesas en muchos casos la gente sale a BOTARLOS en las
calles. Muchos presidentes han caído no por los tradicionales golpes
de Estado sino por golpes de la calle y ese es un fenómeno que yo creo
ha llegado para quedarse en América Latina. La prioridad en América
Latina es todavía como aseguramos gobernabilidad pero bajo mecanismos
democráticos.
¿No podría ser esto saludable a largo plazo
para la región, porque tampoco podíamos seguir como estábamos
si en muchos países los partidos no respondían a la mayoría
que vive en la pobreza?
Sí, yo creo que en ciertos países el status quo
no daba más. Por eso subrayo que hay que encontrar nuevos caminos pero
democráticos. Creo que el golpe de Estado de viejo cuño es algo
ya bastante difícil en la región, pero sí creo que tenemos
nuevas amenazas: los neopopulismos y la debilidad de los partidos políticos.
Tenemos que entender que sin verdaderos sistemas de partidos políticos
la democracia va a seguir tambaleando en muchos países. Si analizamos
cuales son los países con mayores niveles de crisis en América
Latina vamos a encontrar en la mayoría de ellos un problema de debilidad
de instituciones y de los partidos políticos.
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