Según anticipó hoy al diario argentino La Nación, el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires -sede de la capital- estaría por lanzar un proyecto de reforma electoral para la elección de
legisladores locales.
La reforma del sistema electoral porteño requeriría un apoyo de dos tercios de la Legislatura, y podría comenzar a regir para las elecciones del año próximo si logra aprobarse durante 2002.
La coalición gobernante en la ciudad, perteneciente a la Alianza, cuenta con una importante bancada en la Legislatura, pero actualmente la cohesión del bloque presenta dudas, por lo que no se sabe si contaría con los votos
necesarios. Particularmente de ciertos sectores de la Unión Cívica Radical, que en general se oponen a modificar el sistema de listas cerradas y a las reformas en desmedro de la fortaleza de los partidos políticos.
Hasta ahora, Buenos Aires tiene un sistema electoral de distrito único y lista cerrada (o lista "sábana") para elegir sus 60 diputados. El proyecto del gobierno porteño, según informa el diario, incluiría los
siguientes puntos:
- La urbe porteña se dividirá en cuatro regiones y 16 secciones (cuatro por cada región).
- En cada elección, como la Legislatura se renueva por mitades, se elegirán representantes por sólo dos regiones: Centro y Oeste, y Sur y Norte, alternativamente.
- En cualquier caso, un candidato deberá acreditar un mínimo de dos años de residencia en la sección o región por la que se postula.
- Podrá haber candidatos independientes y partidos vecinales. En el caso de los independientes, para ser habilitados necesitarán presentar la adhesión de no menos de cuatro habitantes por cada mil empadronados (actualmente, con
alrededor de 1.600.000 votantes en la Ciudad, se necesitaría un mínimo de 6400 firmas).
- El sistema electivo será mixto: se podrá elegir con dos boletas. Una, sábana, correspondiente a la región (así se nombrarán 44 diputados). La otra, uninominal, correspondiente a la sección (un
diputado por cada una de las 16 secciones).
- Las listas no podrán incluir más de un 70 por ciento de candidatos de un mismo sexo.
- No podrán ser candidatos independientes o por partidos vecinales -sí por partidos distritales- quienes en los dos años previos a la elección hayan sido candidatos o hayan ocupado cargos partidarios -locales o
nacionales- en un partido diferente del que los postula.
- Tampoco podrán presentarse como candidatos independientes o por partidos vecinales aquellos que en los dos años previos a la elección hayan sido candidatos u ocupado cargos públicos electivos locales o nacionales por
un partido distinto del que los postula.
- Y no podrán presentarse como candidatos independientes o por partidos vecinales aquellos que en los dos años previos a la elección hayan ocupado cargos políticos o con funciones ejecutivas.
De lograr llevar a cabo esta reforma, la ciudad de Buenos Aires se adelantaría -como ya lo hiciera Córdoba- en un debate instalado con fuerza entre los argentinos, pero de lenta evolución. En el Congreso Nacional de este
país circulan numerosos proyectos de reforma política y electoral, en su mayoría orientados hacia modificaciones que reduzcan los costos de funcionamiento del sistema político, otorguen mayor transparencia al
financiamiento de la política, y flexibilicen las candidaturas, pero todos suelen encontrarse con las resistencias de los legisladores.
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