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"Guti�rrez es el que m�s opciones tiene de ganar"
Entrevista al soci�logo Sim�n Pachano - FLACSO Ecuador
[18 de Noviembre de 2002]

Creo que a ese panorama que describe habría que añadirle los resultados del Congreso que considero que completan la idea de la fragmentación: la fuerza política que obtuvo más puestos fue el Partido Social Cristiano (PSC) que tendrá 26 representantes sobre un total de 100 -lo que podríamos llamar �la primera minoría� tiene apenas la cuarta parte-. Los otros partidos alcanzaron aún menor representatividad (15, 14 y menos). Esta fragmentación que se aprecia va a ser un elemento de fundamental importancia para la capacidad de gobernabilidad de la próxima administración, ya que ahora va a ser mucho más difícil que en otras ocasiones conseguir mayorías en el Congreso.

Creo que en esta segunda vuelta van a volver a tener peso factores que tradicionalmente lo han tenido en Ecuador. Primero, una débil adscripción ideológica pero que de alguna manera define la orientación del voto de algunos sectores, es decir si es de izquierda, derecha, centro o populismo (que en el caso ecuatoriano es muy importante). Segundo, la diferenciación costa y sierra, ya que entre las dos regiones tienen el 97 por ciento de la población nacional y votan muy diferenciadamente.

Álvaro Noboa es costeño y Lucio Gutiérrez se asimila como serrano. Y este dato puede inclinar en algún medida la votación.

La costa tiene alrededor de un 49 por ciento, la sierra tiene un 47, y el 3 % restante lo tiene la Amazonía. Por lo tanto es entre las regiones costa y sierra que se define cualquier elección.

En este caso hay que mirar la combinación de los factores ideológico y regional, y contemplar también un tercer factor que es el voto �protesta� o �anti-partido�, que es el que caracterizó a los dos candidatos que triunfaron en la primera vuelta. Es por este mismo motivo que no se sabe exactamente cuál de ellos expresa mejor esta tendencia. Yo diría que tal vez Noboa es quien capitaliza esta tendencia �anti-partido�.

Noboa es el que está más aislado de los partidos políticos, mientras que Lucio Gutiérrez tiene apoyo de Pachakutik, que es el partido indígena y que tiene alrededor de un 8 por ciento de la votación, y de un pequeño Partido Maoísta que aún existe en Ecuador y que tiene una presencia bastante activa.

Creo que aunque hay similitudes, son más las diferencias con esos casos. Me parece que Lucio Gutiérrez, en sí mismo, no es una persona de izquierda. Sí le apoyaron partidos y sectores de izquierda, y se puede decir que su base electoral es fundamentalmente de izquierda, pero no creo que él sea de izquierda.

Por otra parte, si es que llegara a la Presidencia, a diferencia de Chávez lo hace con una votación de un 20 % en la primera vuelta, lo que es nada respecto de lo que obtuvo el mandatario venezolano. Además Chávez ha gobernado en un país donde el sistema de partidos colapsó y gobernó sin partidos políticos que se le opongan, mientras que Gutiérrez va a tener todos los partidos políticos todavía vivos en el Ecuador y con mucha fuerza dentro del Congreso y en los gobiernos locales.

A diferencia de Lula, Gutiérrez no es un líder de izquierda ni proviene de un partido organizado como el PT, y tampoco viene de una experiencia de gobiernos federales como el caso del PT.

Considero que hay muchas diferencias y me parece que Gutiérrez ha dado un giro en este lapso que media entre la primera y la segunda vuelta, mostrando que quiere hacer un gobierno de acuerdos, lo que incluso ha desdibujado su imagen. Él se ha reunido con todo el mundo posible de reunirse (empresarios, banqueros, FMI, Embajada norteamericana, viajó a Estados Unidos, etc.) y prácticamente a todo el mundo le ha dicho que sí. Esto ha causado muchos problemas dentro de sus seguidores de izquierda, generando además una idea de lo que él podría hacer en el gobierno. Y este acuerdo que busca Gutiérrez creo que Chávez jamás lo habría buscado.

Es un empresario bananero, pero no hay un área de la economía en la que no participe: es banquero, tiene inversiones inmobiliarias, ganado, camaroneras, flores, flota naviera, aviones...

Exactamente. Y Noboa, en mi opinión, es un típico caso de esos personajes centroamericanos que no sabían en dónde terminaba su hacienda y dónde comenzaba el país: el retorno a la �república bananera�.

Porque es millonario y los millonarios no roban. Eso se ha dicho muchas veces y hay mucha gente que lo repite.

A pesar de ser el empresario más grande, sin embargo él no es parte del establishment. Creo (y hay claras muestras de ello) que los empresarios ecuatorianos en general, y sobre todo los empresarios de la sierra -de Quito, principalmente- tienen muy poca confianza en un gobierno de Álvaro Noboa. Por un lado porque confían muy poco en él como empresario y como persona idónea para el manejo del país (él nunca ha manejado nada y sus empresas son heredadas), y por otro lado no lo consideran parte de ellos porque nunca ha sido parte de las elites económicas.

Sumado a esto, considero que hay un gran temor -y sobre todo en Quito, insisto- en que Noboa no pueda diferenciar los intereses privados de los intereses públicos. Y siendo él el empresario más grande (casi monopólico en muchos casos, como por ejemplo en el caso de la harina porque junta alrededor del 90 por ciento del mercado nacional) él no gobernaría para los intereses del conjunto sino para su interés particular. Esta reflexión se la han planteado muchos dirigentes empresariales.

Ha habido roces de los indígenas con Gutiérrez, quienes lo han apoyado y son la base principal de su triunfo, precisamente por estos vaivenes que ha mostrado el candidato. Me parece que ahí se le va a presentar un problema.

Gutiérrez tiene que elaborar el presupuesto del próximo año con el gobierno saliente, y la primera cosa que debe hacer es asignar dentro de un presupuesto que será de alrededor de 5.500 millones de dólares, unos 2.600 millones para la deuda externa. Eso podría significar la ruptura o un gran problema antes de posesionarse en la Presidencia para Gutiérrez, que es el que más opciones tiene de ganar.

Creo que las elecciones van a ser transparentes y claras. Hay muchos ojos puestos encima, hay observadores de la Unión Europea, de la OEA y de grupos ciudadanos ecuatorianos, que creo que van a jugar un papel muy importante como ya lo hicieron en la primera vuelta.

Considero que al igual que en otras ocasiones va a bajar el ausentismo, pero va a subir mucho el voto nulo y el voto en blanco. Sobre todo el voto nulo, al que hay que poner atención porque va a representar un voto de rechazo a los dos candidatos, quienes apenas obtuvieron juntos el 38% en la primera vuelta.

Entrevista de Norma Domínguez

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