�Reelecci�n en Costa Rica?
Por Daniel Zovatto
[7 de Febrero de 2003]
La reelecci�n asom� de nuevo sus orejas y, como era de suponer, alborot� el panal. Pese a la tentaci�n (que es grande), no voy a sumarme al debate aportando argumentos a favor ni en contra. Tampoco pretendo terciar acerca de si es la Sala Constitucional, la Asamblea Legislativa, el pueblo v�a consulta popular o una Constituyente, el medio m�s id�neo para resolver la actual controversia. Muchos y sesudos art�culos se han escrito al respecto -y sin duda muchos m�s vendr�n.
Mi objetivo aqu� es m�s sencillo: presentarles una visi�n comparativa (dentro del �mbito latinoamericano) del r�gimen legal, las tendencias de reforma y las experiencias pr�cticas en materia de reelecci�n, desde el inicio de la Tercera Ola Democr�tica (1978) a la fecha.
Primero, sin embargo, pong�monos de acuerdo acerca del significado del t�rmino. Siguiendo a Dieter Nohlen, hago referencia en este art�culo �al derecho de un ciudadano/a (y no de un partido) que ha sido elegido y ha ejercido una funci�n p�blica con renovaci�n peri�dica, de postular y de ser elegido una segunda vez (y punto) o indefinidamente, de manera inmediata o alterna, para el cargo de Presidente de la Rep�blica.�
Situaci�n actual y tendencia regional
La legislaci�n latinoamericana vigente es claramente favorable a la reelecci�n. Dos terceras partes de los pa�ses de la regi�n (12 de 18) permiten que un presidente vuelva a ocupar el cargo en alg�n momento, ya sea inmediatamente o despu�s de un per�odo. Sin embargo, la normativa presenta variaciones importantes. Mientras en cuatro pa�ses (Argentina, Brasil, Per� y Venezuela) la reelecci�n inmediata est� permitida, en ocho (Bolivia, Chile, Rep�blica Dominicana, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Panam� y Uruguay) s�lo es posible transcurrido al menos un mandato presidencial. En las seis naciones restantes (Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, M�xico y Paraguay) la reelecci�n est� totalmente vedada.
No existe en cambio una tendencia regional definida en cuanto a las reformas. Nueve pa�ses -la mitad de la regi�n- modificaron su normativa sobre el asunto durante los �ltimos 25 a�os. Argentina, Brasil, Per� y Venezuela pasaron de la reelecci�n alterna a la inmediata; Ecuador modific� la restricci�n que exist�a, y pas� de la prohibici�n total a permitir la reelecci�n despu�s de un mandato presidencial. Entretanto, en los tres pa�ses donde la reelecci�n inmediata estaba permitida al inicio de la Tercera Ola, esa posibilidad ya no existe: en Paraguay est� prohibida en todo momento, mientras Rep�blica Dominicana y Nicaragua admiten hoy la reelecci�n transcurrido un periodo. Colombia tambi�n adopt� un enfoque m�s restrictivo, y pas� de permitir la reelecci�n alterna a la prohibici�n total. Panam�, por su parte, intent� una reforma durante el gobierno de P�rez Balladares, pero fracas�. Igual suerte corri� el intento de reintroducir la reelecci�n en Costa Rica recurriendo a la Sala Constitucional durante el a�o 2000. En resumen, cinco de las nueve modificaciones favorecieron la reelecci�n presidencial (inmediata en cuatro pa�ses y alterna en uno), mientras que otras cuatro reformas m�s bien la prohibieron (por completo en dos casos y en lo inmediato en otros dos.)
Por otra parte, la experiencia comparada latinoamericana en esta materia ofrece interpretaciones para todos los gustos. En siete de los doce pa�ses que permiten la reelecci�n inmediata o alterna (Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil, Per�, Rep�blica Dominicana y Venezuela), la medida se ha ejercido durante estos 25 a�os. Venezuela es el �nico pa�s en el que dos presidentes tuvieron un segundo mandato (Carlos Andr�s P�rez y Rafael Caldera). Si bien en El Salvador, Chile y Panam�, la reelecci�n es permitida, ning�n ex presidente ha buscado hasta la fecha su reelecci�n. En los dos pa�ses restantes (Nicaragua y Ecuador), pese a diversos intentos de varios ex mandatarios (Daniel Ortega en el primer caso, y Borja, Febres Cordero y Hurtado, en el segundo), �sta nunca tuvo lugar.
Cualitativamente el panorama es asimismo variado. Los cr�ticos opinan que la reelecci�n expone al sistema pol�tico al riesgo de una �dictadura democr�tica� y refuerza la tendencia hacia el liderazgo personalista y hegem�nico inherente al presidencialismo. Agregan adem�s que los segundos mandatos son por lo general de mala calidad. Al menos seis experiencias: la de Stroessner en Paraguay (inconclusa debido a un golpe de estado despu�s de varias reelecciones sucesivas), la de Balaguer en Rep�blica Dominicana (acortado su �ltimo mandato de cuatro a dos a�os debido al fraude denunciado durante su �ltima reelecci�n), la de Fujimori en Per� (inconclusa debido a su fuga del pa�s por fraude y corrupci�n), la de Menem en Argentina (acosado por problemas econ�micos, desempleo y denuncias de corrupci�n), as� como los mediocres segundos gobiernos de Carlos Andr�s P�rez (inconcluso por destituci�n) y de Rafael Caldera, parecen confirmar los argumentos acerca de los peligros y defectos de la misma, tanto si la reelecci�n es inmediata como si es alterna.
Los defensores de la reelecci�n, por el contrario, argumentan que �sta permite aplicar un enfoque m�s �democr�tico�, en la medida en que posibilita a la ciudadan�a elegir con mayor libertad a su presidente y responsabilizarlo por su desempe�o. Si bien son �nicos en Am�rica Latina durante los �ltimos 25 a�os, los ejemplos de Cardoso en Brasil (inmediata) y de Sanguinetti en Uruguay (alterna), constituyen experiencias positivas de ambas modalidades de reelecci�n. Est� aun por verse la suerte que correr� el gobierno reelecto (alterna) de Gonzalo S�nchez de Lozada en Bolivia, que apenas inicia.
Resumiendo, amigo lector, como usted puede ver hay argumentos, legislaci�n, reformas y experiencias para todos los gustos. A diferencia de lo que muchos opinan, la reelecci�n es un tema que no se presta a una lectura simple ni un�voca. Es por el contrario una cuesti�n compleja, altamente controversial, y que tiene m�s pintas que el mes de enero tico.
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